i

 

INICIO

CONTENIDO 136


Una razón para amar
René Arévalo

Estudiante de Comunicación y Publicidad, Instituto Universitario del Sur

 

Roza  tus labios con mi  boca,
deja posarme en tu  juvenil  piel,
recorrer tu cuerpo poco a poco,
gota a gota   beber de tu miel.

El néctar que emana de tu cuerpo,
junto al calor que desprende el mío,
se funden en uno solo,
creando la fragancia de la pasión,
que nace de nuestro corazón,
y alimenta  nuestra relación.

Aunque a puerta cerrada todo debe quedar,
ya que  maduro soy  y tu  joven estas,
por tal razón nuestro amor no podemos mostrar
y en la calle juntos no nos deben  mirar.

 

Amor, el sentimiento mas hermoso o el mas vil según el cristal por el que se mire. Hermoso es porque  nos da la ilusión de la felicidad, el estar con la persona amada, pero muchas veces las relaciones no son  lo que aparentan y un trasfondo hay detrás de ellas.
No comprendemos,  mejor dicho no vemos con  buenos ojos las relaciones en las cuales una parte es mayor y siempre es criticada por considerarse  un  acto de  baja  moral  e  incluso denigrante,  todo esto porque vivimos en un sociedad  que se rige por  normas  y,  constantemente reprimimos  deseos  y expresiones  ya que, sabemos seremos vistos como grotescos. Por suerte la  historia esta plagada de  hechos donde se demuestra lo contrario.
Cada individuo goza  de  garantías que dan  privilegios  y que permiten a cada ser con raciocinio  hacer lo que se le venga en gana, es decir “mi cuerpo  es mío,  me pertenece, puedo  hacer con el lo que se me venga en gana, dañarlo, cuidarlo  o simplemente aprovechar lo que tengo. Y si  alguien esta en contra de esto  puedo decir: yo no pedí venir a este mundo”.
 No es una frase  para  justificar  actos erróneos sino simplemente par  observar que cada persona traza su destino de acuerdo a su conveniencia e  intereses. En  el amor sucede  lo mismo,  no estamos exentos de cometer equivocaciones,  de fallar,  pero con cada fallo  hay aciertos,  y con cada  acierto  reavivamos la  pequeña llama interna que nos permite seguir avanzando, seguir  fijando  metas cortas  para alcanzar  metas complicadas. Nada garantiza  que una persona será  completamente feliz  una vez que se enamore, siempre habrá  altibajos  que  nos darán  fuerza para saltar  obstáculos.
El amor  es un rompecabezas  sumamente complicado,  nos  enamoramos  porque  buscamos  llenar un vacío,  y esa vacuidad  es la  que  nos lleva  a cometer errores;  humanos al fin;  maquinas  perfectas  fisiológicamente  hablando,  pero deterioradas de manera racional ya  que actuamos  por impulso, pero  de  no ser  así no nos daríamos cuenta de los detalles  tan  minúsculos  en los que se encuentra el verdadero  amor.

“Permítete  enamorarte de alguien de tu edad, de alguien  mayor,  menor,  negro, blanco,  pobre, rico,  etc.
Para  mucho tiempo después recuerdes tus vivencias y logres  darte cuenta que el amor siempre estuvo en ti  y siempre  estará  contigo. 
No  permitas que nadie elija  por ti, sueña  y duerme con quien  mas  te plazca,  enamorate las veces que sean necesarias, y de  igual  manera  equivócate,   y,  disfruta  la vida  sin tener  que dar  cuenta de tus actos”.